1. Rompe con viejas creencias
Una de las creencias más fuertes en las personas al momento de verse en la necesidad de delegar, es que si lo hacen, los demás la o lo percibirán como una persona “floja”.
Borra esa idea de tu cabeza. Delegar es una fortaleza y hacerlo en el día a día, lejos de darte una mala imagen, te hará ver como una o un líder exitoso, pues al momento de deshacerte de tareas que te quitan tiempo, te centrarás en las que te den resultados positivos y realmente importantes, tanto como persona, como equipo.
2. Olvídate de ser perfeccionista
Con esto no queremos decir que bajes tus estándares o niveles de calidad. Simplemente te aconsejamos que seas muy objetiva u objetivo al delegar, supervisar y evaluar resultados de aquellas tareas que hayas delegado.
Cuando te centras únicamente en lo que salió mal, en los errores u oportunidades y en lo que no se hizo tal cual lo imaginabas en tu mente, provocas que tu equipo se desmotive, que se sientan inseguros cada vez que les delegues una tarea y que jamás te sientas conforme con lo que el equipo realiza.
Sé consciente del esfuerzo que han puesto en las tareas delegadas y pide mejoras si es necesario, pero reconoce los avances.
3. Ve de menos a más
Un buen comienzo para delegar, es elegir tareas pequeñas y fáciles de realizar, para asignarlas a una o dos personas del equipo. Esto te permitirá poner en práctica tus habilidades de guía, acompañamiento y retroalimentación, de manera que detectes qué tan bien estás llevando el proceso de delegar tareas y qué puedes corregir.
Es importante que inicies con tareas de baja complejidad, pues esto te generará menos ansiedad, y en caso de que no salgan como tú esperabas, podrás mantener la calma y elegir la mejor forma de solicitar ayuda para realizar algunas de tus responsabilidades.
Recuerda que siempre aprenderás algo nuevo, ya que al evaluar a otros estarás evaluando también tu capacidad de delegar correctamente.
4. Detecta a tus mejores elementos
Cada persona de tu equipo es valiosa, pero si estás pensando en delegar tareas complejas, es importante que sepas detectar quiénes son las o los más adecuados para realizarlas.
Elige a las personas que continuamente piden tu retroalimentación, a las que se interesan por los resultados de la empresa, las que te han pedido retos o una oportunidad de ascenso.
La mejor manera de ayudar a estas personas a crecer, es asignándoles nuevas responsabilidades, y será tu forma de medir sus capacidades y encontrar nuevas posibilidades de crecimiento dentro o fuera de tu equipo.
5. Elige minuciosamente
Aunque delegar es algo prácticamente obligatorio al estar en un puesto gerencial o directivo, tampoco es recomendable que lo hagas al azar. Así como es importante que sepas elegir a las personas que te ayudarán, es importante también que analices cuáles son esas tareas que realmente pueden hacer un cambio en tu vida laboral.
Lo más recomendable es que elijas tareas relativamente sencillas y que no requieran toma de decisiones importantes, pero también las que a pesar de ser manejables, quitan mucho tiempo y energía de tu agenda.
Pueden ser solo 2 o tal vez 5 de tu lista de responsabilidades, no importa cuántas elijas; lo importante es que tengan un impacto positivo en tu foco y desempeño profesional.
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