En este momento de reactivación económica, resulta de gran importancia conocer que desea el talento joven en el ambiente laboral. En medio de la Cuarta Revolución Industrial, sorprende que sea precisamente el llamado “salario emocional” el que más valoren los trabajadores de menor edad. 

Según la VIII Encuesta Adecco sobre la Felicidad en el Trabajo, los  empleados tienen muy claras sus preferencias y qué les hace más felices en sus empresas. Disponer de facilidades para poder conciliar la vida laboral y la personal, gozar de un buen ambiente en el entorno laboral y, por supuesto, contar con un buen jefe se convierten en las tres cuestiones más importantes en el trabajo. 

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¿Cómo atraemos al talento joven? 

• En plena Era Digital, cuando los robots comienzan a trabajar junto a los humanos, las empresas comienzan a ver el potencial de los modelos híbridos para el buen funcionamiento de las compañías y a evidenciar que el mayor activo para una compañía lo componen sus colaboradores. Además, entienden que una buena mano de obra, que se adapte al cambio que la innovación conlleva, es la que les permitirá conseguir mayor ventaja competitiva. 
• Los negocios que logran distinguirse como empresas óptimas para el trabajo consiguen atraer y retener un talento que será la llave para que el negocio resulte exitoso. A cambio, tendrán que esmerarse por ofrecer condiciones laborales atractivas y un entorno de trabajo amigable. En definitiva, deberán reforzar su imagen de marca como empleadores. 
• No obstante, las empresas deben comprender que lo que motiva a un joven no siempre es lo mismo que estimula a un sénior.  Por ello, es importante que se elaboren distintos planes de beneficios sociales o, también, que se incluyan acciones motivadoras para diferentes grupos de edad. 
• Lejos de paternalismos o sistemas autoritarios, los empleados pertenecientes a la Generación Y y Millenials, manifiestan su inclinación hacia prácticas de gestión participativas. Según la opinión de expertos en RRHH, este es en realidad el sistema más apropiado y el que las organizaciones deberían implementar. 
• La razón se fundamenta en el hecho de que, con este modelo, el empleador demuestra que confía plenamente en su plantilla. Así, la mayoría de las decisiones son adoptadas a través del consenso. Esto implica mucha comunicación y, a la vez, estimula una percepción del ambiente laboral por los jóvenes participativo y en el que se tienen en cuenta sus opiniones.
• A cambio, se estrechan lazos con la empresa, llegando a sentirse identificados con ella. Aumenta el grado de motivación y se les hace ver que están en el sitio ideal para poder realizar progresos personales y profesionales. 

El talento joven es más proclive a la itinerancia 

Es cierto que, con el salario emocional, se ha demostrado que los empleados son más proclives a desarrollar todo su potencial. No es suficiente con proporcionarles una formación y las herramientas precisas. 

Es necesario que trabajen en un entorno propicio para sentir comodidad y, también, que noten que se les valora. Por último, es muy importante que las relaciones con los equipos de trabajo y sus superiores estén avocadas a la cordialidad y se basen en la confianza. 

Como resultado, podríamos entender que el talento joven es fácilmente conservable simplemente con adoptar los criterios que hemos ido analizando. Aun así, lo cierto es que los empleados más jóvenes se caracterizan por haberse adaptado a la rotación entre empresas. De hecho, la gran mayoría de ellos no creen que puedan desarrollar una carrera laboral óptima permaneciendo en la misma firma y añaden que solo cambiando de compañía tendrán opciones de avanzar. 

A pesar de ello, la percepción de los jóvenes trabajadores sobre las empresas en las que quieren desarrollarse está cambiando a un ritmo vertiginoso. Cada vez se fijan más en aspectos que van más allá del salario que reciben o la reputación de la empresa que los contrata. Ahora miran si esa compañía ofrece proyectos interesantes, si tienen la oportunidad de desarrollar su carrera en el medio plazo y qué salario emocional ofrece: políticas de conciliación, de bienestar de los trabajadores, beneficios sociales, etc.