Te cuesta concentrarte

Si estás detectando que se te olvidan fácilmente las cosas, te cuesta trabajo enfocarte en tu trabajo o incluso en cosas que deberías disfrutar, como ver una película o leer un libro, es porque tu mente está abrumada por el trabajo y porque no te has dado espacios de descanso. Tomarte unos días libres te permitirá regresar con un mejor enfoque y te evitará incluso equivocaciones que puedan causarte problemas.

Estás irritable

Si te enojas por detalles mínimos del trabajo, pero también por cosas que pasan en casa (y que después te das cuenta de que eran cosas insignificantes), es porque tienes un exceso de estrés que se está traduciendo en ira. Es importante que no dejes que esto se te salga de las manos, pues puedes dañar tus relaciones interpersonales y de negocios.

Te enfermas

Cuando estás cansado, tu sistema inmune se debilita y tiendes a tener más resfriados o contraer virus. Pero los problemas gastrointestinales también aparecen por culpa del estrés, como la gastritis o la colitis. Es mejor que hagas una pausa antes de tener que visitar al médico y tener que ausentarte del trabajo forzosamente y cuando menos te lo esperes.

Reclamos de familia o amigos

¿Estás teniendo confrontaciones con tu pareja, hijos o amigos? Esta es una de las señales más contundentes de que estás llevando tu trabajo a un nivel que no es sano. Si las personas más cercanas a ti muestran preocupación por las horas que le dedicas al trabajo o por tu estado de ánimo, no lo tomes como algo negativo; tómalo como una muestra de que se preocupan por ti y que saben que un descanso te ayudaría.

Todo te parece un problema

Si por más que te esfuerzas en encontrar soluciones, solo ves el lado negativo de las cosas, definitivamente necesitas desconectarte al menos un par de días. ¿Te ha pasado que cuando no logras descifrar o resolver algo, te levantas de tu escritorio, y al regresar tienes la solución? Eso mismo pasará si te tomas unos días libres: regresarás con mayor creatividad y apertura mental.

Nada te emociona

Si todos los días te cuesta despertar, no te motiva nada y aún los nuevos retos te parecen aburridos, es porque tu trabajo se convirtió en todo lo que ocupa tu vida y tu mente, por lo tanto, ya no es emocionante. No te preocupes, esto es pasajero, pero definitivamente debes hacer una pausa, y regresar más motivado o motivada que nunca.

Sigue leyendo nuestro blog en donde encontrarás muchas más notas para tu bienestar personal y crecimiento profesional: https://www.springlatam.com/MX/Blog