Cómo abordar una logística sostenible

Cómo abordar la transformación hacia una logística sostenible

La imagen de marca y la reputación son dos pilares fundamentales de cualquier negocio en la actualidad. La militancia de la población es, en estos momentos, más elevada que nunca. Los clientes exigen posturas comprometidas antes de vincularse con una empresa. En el sector logístico ocurre lo mismo.

La preocupación por el cambio climático afecta a todos los sectores. No obstante, en el ámbito logístico, los medios de transporte se han tenido que ir adaptando a los cambios y, ahora, es el momento de contribuir en la lucha contra el calentamiento global.

No se puede hablar de logística 4.0 sin tener en cuenta la sostenibilidadLa digitalización del sector y su actualización están íntimamente relacionados con la logística inversa. Esa logística verde intenta la modificación de los planes estratégicos y el funcionamiento del proceso de negocio de manera que se respete el medio ambiente.

Pilares de la logística sostenible

Estos protocolos, que inciden en la percepción del cliente, no están exentos de dificultades. Al fin y al cabo, la cadena logística genera una enorme cantidad de residuos. Apostar por la reutilización y el reciclaje son dos de los puntales básicos para conseguir resultar más eficientes.

El almacén verde

La sustentabilidad debe practicarse en el propio almacén. Las empresas deben concebir espacios de almacenamiento sostenible, y a través de ellos, la mercancía tiene que moverse de un modo más rápido y simple.

Solo con esta solución ya se consiguen distintos beneficios. Sin duda, el transporte será objeto de una optimización que devengará en una disminución de los costes y la contaminación. Acceder a una infraestructura de este tipo es posible a través de acciones que promuevan el uso de placas fotovoltaicas, el máximo aprovechamiento de la luz natural o el empleo de componentes “green” para la edificación.

El transporte ecológico

Cuando abordamos la cuestión de la transformación hacia una logística sostenible, no se puede eludir que el transporte es uno de los aspectos esenciales de este sector. Precisa, sin opción a disputas, una remodelación profunda.

Es preciso renovar las flotas e incluir vehículos y medios que disminuyan significativamente los niveles de CO2 que se expulsan a la atmósfera. No podemos olvidar que el sector transporte es el mayor productor de gases de efecto invernadero.

Al margen de elegir vehículos eléctricos o que se alimenten de combustibles reciclados o más ecológicos, se pueden poner en marcha otras iniciativas. Un ejemplo lo tenemos al aprovechar los espacios libres.

Esta práctica se basa en una realidad muy frecuente. Los transportistas que entregan su mercancía a menudo regresan con sus camiones, trailers y furgonetas vacíos. Procurar aprovechar el viaje de regreso con carga es una manera de disminuir el impacto del CO2 y colaborar con una economía verde.

Acciones sobre la distribución

Para conseguir una distribución green se puede trabajar en dos frentes diferentes. Por un lado es preciso llevar a cabo ciertas acciones que consigan aumentar la eficacia a lo largo de la cadena de suministro.

Por otro lado, hay que valorar cuestiones como conseguir disminuir el gasto de combustible. Además, es preciso que se tengan en cuenta las emisiones de CO2 que se lanzan a la atmósfera con esa cantidad de combustible.

Los procesos de carga y descarga

La mentalidad green también tiene cabida en este apartado tan intrínsecamente unido al sector. Por ello, precisamente, hay que tenerlo en cuenta en el momento de trazar una hoja de ruta para ofrecer una logística más sostenible.

En el proceso de carga y descarga, la forma de incidir para fomentar la sostenibilidad está muy localizada. Debe centrarse, fundamentalmente, en una disminución del uso de maquinaria desfasada. Una inversión en maquinaria adaptada a los nuevos procesos de producción agiliza el trabajo y contribuye a un equilibrado adecuado.

El packaging

El embalaje y el empaquetado ocupan un lugar extraordinario en el sector logística. No obstante, las nuevas tendencias en packaging proporcionan opciones para el uso de materiales menos contaminantes, biodegradables, reutilizables o que no infieran en el ciclo biológico.

El reciclaje

Una de las acciones más importantes para que una empresa del sector se afiance en el camino a la sostenibilidad se centra en el reciclaje. Esta industria genera gran cantidad de deshechos a lo largo de su proceso de producción y su etapa de distribución.

Este material debe ser reutilizado y devuelto al inicio del proceso productivo. Sin una buena estrategia de reciclado, el resto de los aspectos que hemos analizado no conseguirán por sí solos una auténtica transformación hacia una logística sostenible. Estamos, por tanto, ante una de las acciones que refuerzan el compromiso de la empresa con el medio ambiente.

Está claro que una política green no solo repercute ecológicamente. Las acciones que se emprenden también refuerzan la imagen de marca de la empresa y acaba redundando en beneficios económicos.

A modo de resumen podemos revisar las principales acciones que se deben llevar a cabo bajo el paraguas de una filosofía verde:

  • Cuidado de la flota de vehículos. Cumplir con las tareas de mantenimiento periódico, mantener los neumáticos en buen estado, renovar con modelos más eficientes, etc.
  • Packaging y almacenamiento. Uso de materiales reciclables para embalar y envasar. Diseñar infraestructuras de almacenamiento que permitan el máximo aprovechamiento del espacio.
  • Optimizar la carga. Es preciso conseguir una reducción del kilometraje con espacio vacío. Además de suponer una pérdida económica, aumenta la cantidad total de emisión de gases de efecto invernadero. Por ello, se debe planificar la carga, aprovechar toda la capacidad de tonelaje del vehículo y optimizar las rutas, por ejemplo.
  • Disminuir el gasto energético. El derroche de consumo es otro de los puntos clave para la sostenibilidad de una empresa del sector. Es preciso realizar un estudio y reducir el gasto energético en todas las fases que admitan mejoras.

Hemos ofrecido algunos apuntes sobre cómo abordar la transformación hacia una logística sostenible. Está claro que el cliente está más concienciado y, con acciones verdes, las empresas ganan en reputación. Del mismo modo, hay que tener en cuenta que, en muchas ocasiones y a medio plazo, las inversiones y acciones en favor de una mayor eficiencia acaban redundando en beneficios para las organizaciones.