Las organizaciones que componen el tejido empresarial dedicado a las ventas al por menor tienden a mostrarse optimistas. Este comportamiento es claramente perceptible si se observa cómo están apostando por adoptar tácticas de crecimiento.
Una de las razones principales que está detrás de esta conducta favorable resulta relativamente curioso. El sector retail posee un índice de absentismo considerablemente bajo. Esta circunstancia refuerza el escenario para que se pueda asistir a un crecimiento sectorial a corto plazo.
Las circunstancias de la economía del país han cambiado perceptiblemente. Durante los últimos ejercicios la balanza se inclinado de manera contundente del lado del crecimiento. Sin duda, a esta situación ha contribuido de manera notable el comportamiento del consumo de los hogares españoles. El estímulo de la demanda interna ha resultado un factor esencial.
Del mismo modo, el escenario económico europeo también ha crecido y se ha mostrado más estable. Todas estas circunstancias han favorecido un entorno perfecto para el desarrollo del sector retail. Se perfilan, de esta manera, las claves para el retail del futuro.
Los observadores y técnicos del sector han podido comprobar que esta situación tan propicia se extiende a la mayor parte de las empresas de esta industria comercial. Así, se pueden barajar cifras muy alentadoras.
Según los estudios, más del 50% de los comercios confiesan que su situación ha experimentado importantes mejoras durante el último año. Imputan esta reacción al hecho de que haya aumentado las oportunidades de negocio del mercado interno.
Esta circunstancia ha ayudado a que los empresarios dedicados a la venta al por menor se muestren confiados acerca de cómo seguirá evolucionando la economía de España. Esta euforia la hacen extensiva a su sector y a las empresas que lo componen.
Gracias a estas circunstancias, casi el 35% de esas empresas están dispuestas a asumir un planteamiento enfocado hacia el crecimiento. Los últimos 12 meses también han devuelto cifras significativas.
Un 60% de los empresarios dedicados a la venta minorista afirman que su situación ha mejorado.
Un dato significativo, que aumenta la sensación de solidez que parece experimentar la industria minorista, se refiere a la creación de empleo. Casi el 60% de los negocios aumentaron su plantilla a lo largo del último ejercicio.
Es importante resaltar que los niveles de rotación y absentismo laboral son sustancialmente bajos. Este escenario derriba barreras a la hora de afrontar el aumento de las plantillas. La razón es que se eliminan cuestiones que, de otro modo, podrían afectar al crecimiento sectorial a corto plazo.
Queda claro que el comercio minorista atraviesa una etapa de mejora sustancial. Esto ha permitido diseminar un sentimiento de optimismo muy alentador. Parece imperar una sensación que augura un futuro exitoso.
No se puede eludir el hecho de que esta situación tiene mucho que agradecer a las utilidades aportadas por el comercio electrónico. El e-commerce ha conseguido una revalorización del mercado.
De su mano también ha aumentado la calidad del servicio que demandan los clientes. En particular, la industrial del retail debe mucho a los consumidores de la Generación Millennial. Como nativos digitales y compradores informados, han “obligado” a las organizaciones a cargar sus pilas y adaptarse a las necesidades de un nuevo modo de vender.
El nuevo consumidor reclama ser atendido a través de diferentes canales. Para hacer frente a la omnicanalidad, los comercios han tenido que adaptarse tecnológicamente. Es la única manera de dar respuesta a los requerimientos de los clientes potenciales.
Esta circunstancia ha hecho que la tecnología haya contribuido a cambiar ciertos aspectos de un sector que permanecía anclado en sistemas demasiado tradicionales. De entrada, se ha conseguido la transformación de los canales de ventas. También ha sido posible que los viejos modelos comerciales se hayan renovado para adaptarse a las tendencias más novedosas.
Se puede afirmar, por tanto, que la industria del comercio al por menor está aprovechando el periodo de crecimiento para, al mismo tiempo, completar su proceso de adaptación. No se puede olvidar que el comercio electrónico va ganando cuota de mercado con respecto a la venta física.
El escenario tecnológico se ha encargado, por tanto, de empujar a los agentes implicados a concebir la tienda del futuro. Para conseguir estar al día son necesarias adoptar una serie de medidas cuya implementación elevará el nivel de presencia y competitividad:
Por último, el análisis deja claro que el futuro del sector retail parece ser prometedor. Es cierto que las organizaciones se encuentra en medio de una revolucionaria transformación. No obstante, parece que, por fin, los empresarios se han dado cuenta de que deben asumir la renovación del concepto de venta.