El analista de riesgos es la persona que analiza, cuantifica y gestiona los riesgos a los que se enfrentan empresas y entidades financieras. Estas son las principales funciones del analista, pero no son los únicas.
A pesar de todos los frentes que debe cubrir este especialista, su labor principal es asegurar las inversiones y operaciones diarias de empresas y entidades financieras. Pero, ¿cuáles son las funciones del analista de riesgos de crédito?
Para poder hacer frente a los riesgos, el analista de riesgos debe conocer a fondo la empresa y dominar las áreas que la componen. Este perfil de trabajador debe desarrollar las acciones y estrategias de negocio que beneficien a la compañía y generen beneficios.
Es decir, este especialista debe poseer conocimientos técnicos y generales de la gestión empresarial. Por ello, sus funciones básicas son las siguientes:
Para ello, debe apoyarse en los estados contables de la empresa, así como su solvencia, disponibilidad de fondos y liquidez.
Es imprescindible que el analista de riesgos redacte la normativa o protocolo a seguir. Así se evitarán posibles errores a la hora de analizar los mercados o diversas situaciones de riesgo.
Toda empresa tiene como objetivo el cumplimiento de proyectos a corto, medio y largo plazo. El analista ha de ser capaz de emplear las herramientas necesarias para calcular el retorno de la inversión. Además, de evaluar las probabilidades de éxito en el mercado o un determinado sector de este.
Durante la jornada laboral de este perfil de trabajador, aparecerán diferentes oportunidades que beneficien a la empresa. El analista debe incorporarlos al análisis diario para valorar si favorecen o no al negocio.
El control estadístico relacionado con temas financieros y contables son responsabilidad del analista de riesgos. También corren a su cargo la redacción de los diferentes reportes relacionados con las coyunturas económicas sectoriales y generales.
En la mayoría de las ocasiones, el trabajo del analista de riesgos está relacionado con las divisiones especializadas de bancos comerciales y de inversión, compañías de seguros y gestoras de fondos de inversión.
Por ello, las amenazas a las que se enfrentan proceden de variables observables en los mercados financieros. El profesional analista aplicará metodologías de evaluación que mitiguen los efectos derivados de estas variables.
Dentro del sector financiero, el concepto de riesgo se asocia principalmente a la probabilidad de eventos que generen pérdidas para los inversores, prestamistas o accionistas. Por ello, los riesgos de este tipo de entidades se engloban en los siguientes grupos.
En este aspecto se deben evaluar dos aspectos. Por un lado, la probabilidad de que una de las partes firmantes no cumpla con sus obligaciones. Por otro, tener presentes las acciones de las agencias de rating con capacidad para rebajar las calificaciones crediticias, lo que a su vez modifica el diferencial de crédito en el mercado.
De nuevo, el analista debe hacer frente a dos posibles circunstancias. En primer lugar, la posibilidad de que una de las partes no disponga de la liquidez necesaria para cumplir con sus obligaciones del contrato financiero.
El segundo aspecto a tener en cuenta es la falta de profundidad del mercado. Es decir, evaluar la ausencia de partes compradoras o vendedoras según el nivel de precio.
Hace referencia a la probabilidad de sufrir pérdidas. Éstas pueden provocarse por procesos inadecuados o con errores en los procesos internos o personales, o provenir de agentes externos. Deben excluirse los riesgos estratégicos y de reputación, aunque el riesgo legal si forma parte de este apartado.
Se relaciona con las fluctuaciones en los precios de las variables financieras. Por un lado, ha de evaluarse el riesgo de tipo de interés, estrechamente vinculado a la volatilidad de los tipos de interés. Por otro lado, debe tenerse en cuenta el riesgo de cambio, cuya probabilidad aumenta al mismo ritmo que la volatilidad del mercado de divisas.
Al tener que contar con conocimientos relacionados con el ámbito financiero, estadísticos o la industria bancaria, se recomienda contar con carreras universitarias de Administración y Dirección de Empresas, de Economía, de Ciencias Empresariales o similares.
Además, contar con un nivel alto de inglés y una buena base de conocimientos informáticos hará que el aspirante a cubrir el puesto de analista encuentre trabajo con mayor facilidad.
Por último, solo nos queda mencionar que el sueldo del analista de riesgos puede oscilar entre los 2.000 y los 4.000 euros mensuales. Todo dependerá de la presencia en los mercados de la entidad para la que trabaje, así como su tamaño.