La IA consiste en dotar a las máquinas de inteligencia humana. Esta tarea no es nada sencilla, puesto que los humanos desarrollamos nuestra inteligencia mediante el razonamiento, la autocorrección y el aprendizaje. Sin embargo, en la última década se ha producido una revolución de tecnología digital que ha acercado considerablemente la inteligencia humana a ordenadores y sistemas informáticos. De hecho, los responsables de selección apuestan por la digitalización.
En este sentido, el aprendizaje es la parte que más ha evolucionado en su implantación en máquinas. En la actualidad podemos programar auténticas nano megaestructuras que toman decisiones de manera automática frente a un volumen inmenso de datos. La gestión del Big Data por la Inteligencia Artificial es básica para cualquier organización.
Las máquinas son perfectas para elaborar patrones y realizar tareas repetitivas que, de otra manera, quitarían mucho tiempo productivo al empleado. Pero a la hora de encontrar causas o motivos, ser creativo o aportar soluciones diferentes, las máquinas no son capaces. Es decir, las máquinas aún están muy lejos de alcanzar una inteligencia similar a la humana.
En los departamentos de RRHH, la IA se aplica para favorecer una fuerza laboral inclusiva y diversa. Disponer de un amplio abanico de experiencias y perspectivas permitirá una mejor comprensión de los clientes, mayor creatividad, una buena imagen de marca y una gran capacidad a la hora de atraer y retener el talento.
Las máquinas, a no ser que se programen para ello, son incapaces de discriminar por género, experiencia, orientación sexual, raza o cualquier otro prejuicio. Filtrarán los datos de los candidatos en función de los parámetros que necesita cubrir la empresa, dejando de lado descartes personales totalmente arbitrarios. Además, los algoritmos de aprendizaje automático de la IA favorecerán el reclutamiento a ciegos de los candidatos con mayor valía para la organización.
Favorecer la implementación de la IA en Recursos Humanos está revolucionando la industria tal y como la conocemos en la actualidad. Aplicada de la manera correcta, la IA en RRHH disparará la productividad y el rendimiento de los negocios.
El análisis y gestión de datos será función exclusiva de la IA. Los sistemas informáticos procesarán toda esta información con el fin de facilitar información a todas las áreas de la empresa. En relación con los RRHH, evaluará fácilmente el talento que ya posee la compañía.
La IA también se encargará de analizar los datos de productividad de la plantilla. De esta forma, la información generada permitirá que los reclutadores predigan con exactitud las tendencias de la fuerza laboral de la empresa.
El desafío de diseñar y ejecutar planes de mejora será más fácil de abordar con la IA. Los reclutadores perderán poco tiempo analizando datos y se centrarán en los resultados. Esto les permitirá poder reaccionar con rapidez frente a las necesidades de los equipos de trabajo y la organización.
El ser humano es susceptible de caer en sesgos o prejuicios cognitivos. Es decir, distorsionar la información recibida y, a su vez, influir en cómo percibe la realidad. Dicho de otro modo, emitir juicios de valor llegando a conclusiones erróneas sobre hechos, conductas o personas. La IA nos ofrece una gestión y análisis de datos sin prejuicios de por medio.
Durante las entrevistas de trabajo, el personal de RRHH sacará sus propias conclusiones. Implementar la IA en Recursos Humanos evitará que las primeras impresiones de los reclutadores se vean afectadas por prejuicios o datos de valor errados.
Por ejemplo, la IA no se detendrá a examinar la foto del candidato. Sin embargo, nosotros sí lo haremos, aunque no queramos. Y una imagen puede influir considerablemente en la toma de decisión del reclutador.
Según diferentes encuestas, gran parte de los profesionales de RRHH pasan 14 horas semanas realizando manualmente tareas que podrían automatizarse. No hay duda de que la implementación de la Inteligencia Artificial en estos departamentos facilitará el proceso, minimizando tiempos perdidos y potenciando al máximo la productividad.
Por ejemplo, la clasificación, categorización y entrada de currículos estará completamente gestionado y automatizado por la IA. El reclutador no tendrá que perder su tiempo en realizar estas funciones y podrá centrarse en lo que realmente le interesa: seleccionar al mejor candidato posible.
Además, la automatización de las primeras fases del reclutamiento ahorrará tiempo, permitiendo que se invierta en fases posteriores. El reclutador podrá olvidarse de realizar definiciones de puestos a cubrir, establecer los parámetros de selección, publicar las ofertas de trabajo, seleccionar currículos, filtrar candidatos… El proceso de selección será mucho más rápido y eficaz gracias a la IA.
La IA en Recursos Humanos no supone amenaza para los trabajadores. Por parte de los reclutadores, les facilitará tareas, pero jamás les quitará el puesto. Insistimos, por muy eficaz que sea una máquina, jamás podrá equipararse con la inteligencia humana. La implementación de la IA es el avance tecnológico necesario para que las empresas sean capaces de captar y retener el talento. No hay duda, la Inteligencia Artificial está completamente orientada al servicio del recruitment.