Nueva normalidad empresarial: ventajas de la flexibilidad en las organizaciones

Con el avance de la vacunación a nivel mundial, cada vez está más cerca la tan anhelada normalidad. Sin embargo, el año y medio de cuarentenas y restricciones generadas por el Covid-19 podrían suponer una transformación definitiva del mundo del empleo.  

El futuro estará marcado por la flexibilidad y el trabajo híbrido. El nuevo marco de relaciones laborales deberá garantizar la inclusión y el desarrollo del talento y contar con mecanismos de flexibilidad que garanticen la productividad y competitividad de las organizaciones. Bajo esta premisa, es importante conocer las diversas ventajas de la flexibilidad interna y externa, así como la competitividad. 

Según Juliana Ramírez, Senior Consultant de Spring Professional, “cuando hablamos de flexibilidad en el mundo corporativo, se comprometen todos los stakeholders, no sólo los colaboradores. Desde un equilibrio entre la vida personal y laboral, disminución de procesos burocráticos en todas las áreas, implementación de tecnologías para reducir el impacto ambiental y ser más eficientes, hasta nuevas formas de crear cercanía con los clientes o consumidores.” 

 

Ventajas de la flexibilidad en una organización

Hoy en día, vivimos en un mundo en constante cambio a nivel general y sobre todo en materia tecnológica y económica. Por esta razón, las empresas deberían inclinarse por modelos flexibles que puedan adaptarse a los cambios rápidos. Los negocios demasiado rígidos tienden a fracasar pues la capacidad de adaptación significa una gran ventaja competitiva frente a las organizaciones más rígidas. 

Es necesario que las empresas promuevan la flexibilidad dentro de la organización, por ejemplo, al animar a los empleados a encontrar nuevas formas de hacer mejores negocios. También se debe ser lo suficientemente valiente como para eliminar las políticas que no funcionan en la organización o han quedado obsoletas.  

 

Competitividad mejorada 

Uno de los problemas de una organización rígida y mecanicista es que no puede adaptarse y sin importar cuál sea el o los desafíos que se presenten, esta se verá afectada.  

Uno de los factores que altera seriamente el campo de juego es la tecnología. Cuando aparece una tecnología disruptiva, las empresas que inicialmente tenían una ventaja se encuentran en desventaja. Una organización flexible responderá a los cambios evolucionando, no luchando contra el cambio; una organización flexible lo acepta como una parte inevitable del entorno empresarial, por lo que aprende a maximizar sus oportunidades cada vez que se produce un cambio. 

 

Eficiencia mejorada 

Una empresa flexible estará dispuesta a probar nuevos métodos y procesos, incluso cuando los antiguos parecen funcionar bien, pues es clave mantenerse en constante mejora. A medida que pase el tiempo, esta cultura de experimentar y mejorar constantemente los procesos hará que la empresa se vuelva más eficiente, para disfrutar de mayores ingresos y menores costes. 

Ramírez asegura que “la flexibilidad permite obtener eficiencia en cada una de las áreas y no solamente en la variable tiempo, también en disminuir costos relacionados con la operación y la gestión de procesos.” 

 

Mejor formación de equipos gracias a la flexibilidad 

Cuando la estructura de gestión es flexible, se obtiene el máximo provecho de la fuerza laboral, dependiendo de los talentos individuales. No hay dos personas iguales, por lo que no hay dos empleados que tengan exactamente las mismas habilidades. Un buen gerente sabe cómo unir a personas que tienen diferentes talentos y luego unirlos bajo una sola causa. 

Cuando se une al equipo para que sus habilidades se complementen entre sí, se obtiene una unidad flexible que puede manejar una amplia gama de problemas. Se vuelven capaces de asumir cualquier desafío que se les presente y, al hacerlo, permiten que la organización sea más eficaz. 

 

Reducción del impacto ambiental 

Al instaurar horarios de trabajo flexibles y aprovechar el poder de Internet para permitir que los empleados trabajen de forma remota, hay menos edificios que mantener. Los empleados también tienen que desplazarse mucho menos hacia y desde el trabajo, lo que significa que la huella de carbono de la organización también se reducirá. 

Otra cosa de las organizaciones flexibles es que utilizan tecnología, que es electrónica, para que no tengan mucho papeleo. También reducen la cantidad de material de oficina que utilizan. Esto también reduce la huella de carbono de la organización, haciéndola más respetuosa con el medio ambiente. 

 

Reducción de costes de contratación y rotación 

Por supuesto, cuando una organización es flexible, se adaptará a las necesidades y horarios de los empleados, lo que significa que tendrán un equilibrio entre el trabajo y vida personal y estarán más satisfechos con sus trabajos. Es más probable que esos trabajadores satisfechos se queden en la empresa.

 

Continuidad en épocas de incertidumbre  

Una de las características de una organización flexible es que está preparada para la incertidumbre. Al tener la fuerza laboral distribuida entre diferentes lugares y trabajar utilizando diferentes medios, la organización está en mejores condiciones de manejar situaciones inciertas. Fenómenos como la pandemia de Covid-19 y otros desastres naturales dificultan que las organizaciones rígidas se adapten y mantengan la continuidad. 

Una organización flexible también podrá hacer frente a la incertidumbre en entornos económicos y tecnológicos. Dicha empresa debería tener medidas en vigor, en caso de cambios en la tecnología, la regulación o incluso la economía. 

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