Feedback y comunicación constante

La comunicación se ha vuelto más importante que nunca, pues al no poder estar “cara a cara” con tu equipo de trabajo, necesitas ser mucho más directo y claro, fomentando conversaciones de forma periódica. Además, será necesario incluir sesiones constantes de retroalimentación en las que no solo se les dé a los colaboradores, sino que también se reciba, pues los nuevos líderes deberán ser mucho más abiertos a escuchar y a mejorar.

 Delegar y confiar

Para poder mantener un liderazgo con tu equipo de trabajo, será crucial manifestarles tu confianza en la calidad y compromiso con su trabajo, aunque no estén presentes en el mismo lugar. La mejor forma de lograr esto será delegarles más responsabilidades. Exprésales por qué les estas otorgando ciertos proyectos, qué esperas de ellos y por qué los elegiste. Esto ayudará, además, al rápido desarrollo de tu equipo.

Agilidad de respuesta

Todo se desarrolla mucho más rápido que antes, por eso, el cómo respondas a distintas situaciones del día a día, definirá el tipo de líder que eres. Las crisis y cambios han sido constantes en estos tiempos, es por saber resolve rápido los problemas que pudieran presentarse, es fundamental para evitar ciertas situaciones que podrían salirse de control. Por eso será importante que no evites los conflictos, sino que los afrontes lo más pronto posible para evitar que sean un problema mayor, difícil de manejar remotamente.

Cercanía con el equipo

Con este punto no nos referimos únicamente a la importancia de la comunicación, sino a generar relaciones mucho más fuertes con cada miembro de tu equipo. Seguramente contratarás gente que no conozcas en persona, y esto puede generar incomodidades en el equipo, que puedes evitar si llevas a cabo algunas prácticas. Por ejemplo, organiza reuniones al menos una vez a la semana para que todos conversen de algo más que el trabajo, muestra interés por cada una de las personas, e involúcralos para que verdaderamente se sientan parte de un equipo y de la empresa. Centrarse en las personas, será la clave para retener al capital humano.

 Habilidades tecnológicas

Por último, pero tal vez una de las habilidades más codiciadas para esta nueva etapa, será la de dominar la tecnología. Hoy más que nunca estamos en un mundo que se mueve digitalmente, y la comunicación, trabajo diario, actualización y mejoras en la empresa, dependerán directamente de qué tanto se dominan las nuevas tecnologías.

Recuerda que un buen líder está en constante cambio y preparación, nunca se detiene y sus metas van más allá de lo que el mundo le exige.

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