Al trabajar desde casa, no vale cualquier sitio para hacerlo. Se debe elegir un rincón iluminado y tranquilo para poder realizar correctamente las funciones pertinentes. Considera qué necesitas para trabajar cómodamente: tu computadora, tu cargador, un teléfono, libretas, un asiento cómodo, buena iluminación, etc. Si bien puede ser tentador trabajar desde la cama o el sofá, no es aconsejable mezclar el trabajo con el ocio. Al sentarse en este espacio de trabajo, sabrás que ha llegado el momento de ponerse manos a la obra.
Lo más probable es que no vivas solo. Ya sea un roomie, la pareja o los hijos, debes comunicar cuáles son tus necesidades para trabajar desde casa. Establece reglas básicas que funcionen para todos y así poder concentrarse cada uno en sus responsabilidades.
No es recomendable trabajar en pijama, por muy calentito y cómodo que resulte. Vístete como lo harías normalmente para ir a la oficina. Con esto no queremos decir que te pongas tus mejores outfits, pero sí que vistas ropa limpia y fresca todas las mañanas. Ayuda a tener una mentalidad profesional.
Localiza un área tranquila para mantener reuniones online. Seamos realistas: nadie quiere escuchar a tus hijos gritar o al perro ladrando. El botón de silencio debe ser tu mejor amigo. Cuando no estés hablando, apaga el micrófono para que ningún ruido de fondo interfiera con la reunión virtual.
Cumple con las políticas de tu empresa e informa a tu equipo de dónde te encuentras, pero tómate un respiro cada hora y media aproximadamente. A veces se necesita un descanso para poder volver a la carga de trabajo sintiéndose recargado y más productivo que nunca.
Comienza cada jornada laboral con listas de tareas personalizadas. Te sentirás realizado cada vez que taches una. Si alguna de las obligaciones anotadas es tediosa, divídela en objetivos más pequeños. ¡Prémiate con cada paso conseguido! Por ejemplo, cronometra tus descansos después de completar las tareas para mantenerte motivado a largo plazo y evitar el agotamiento.
Aunque no te topes con tus compañeros de trabajo al hacerte un café, es importante hablar con tu equipo. Herramientas como Skype o Meet te ayudan a mantener conversaciones online instantáneas. También puedes mandar correos electrónicos para mantenerte al día con el resto de los compañeros. Es mejor comunicarse en exceso que hacerlo de manera insuficiente, así que no dudes en enviar más correos electrónicos de lo que harías normalmente estando en una oficina.
Ninguna persona es experta en la multitarea. Concéntrate en una sola tarea a la vez, y si se te viene cualquier otra cosa a la cabeza, anótala para recordarla más tarde. Para ayudarte a concentrarte, cierra las pestañas del ordenador que no estés utilizando. Pon el teléfono en silencio, mantente alejado de las redes sociales y no enciendas la televisión.
Mientras que algunas personas prosperan en completo silencio, otras necesitan un poco de ruido de fondo para funcionar de manera eficiente. Una casa vacía, sin el zumbido de los empleados a tu alrededor, podría volverte un poco loco. Si te sientes aislado, escucha ago de música.
El horario de trabajo no es solo para la oficina. No dejes que los límites entre el trabajo y la vida personal te sobrepasen. Establece horarios estrictos de trabajo. Establecer un tiempo para desconectarte no solo te ayudará a mantener un equilibrio saludable entre el trabajo y el ocio, sino que también te motivará a completar todas las tareas dentro de ese período de tiempo.
En algún momento de tu carrera, probablemente tengas que trabajar desde casa. No importa la situación, estos consejos te prepararán para conseguir el éxito. Con el tiempo, descubrirás qué rutina te funciona.